
Israel se negó a reconocer la nacionalidad israelí cuando se estableció el país en 1948, haciendo una distinción inusitada entre «ciudadanía» y «nacionalidad». Aun si todos los israelíes están calificados como ciudadanos de Israel, el Estado se define como perteneciente a la «Nación Judía», es decir, no solamente a los 5,6 millones de judíos israelíes sino también a los más de 7 millones de judíos de la diáspora.
Según algunos críticos la situación especial de la nacionalidad judía ha sido una manera de socavar los derechos de ciudadanía de los no judíos en Israel, especialmente para el quinto de la población que es árabe. Alrededor de 30 leyes en Israel privilegian específicamente a los judíos, en especial en las áreas de los derechos de emigración, la naturalización, el acceso a la tierra y el empleo.
(para seguir leyendo el artículo clica aqui)