Consiste básicamente la argumentación en presentar el conflicto entre palestinos y sionistas como si fuera un enfrentamiento entre democracia y fanatismo (y otras variables similares) evitando cualquier referencia a la ocupación y colonización de Palestina así como a los millones de refugiados a los cuales se les niega el retorno.La resistencia palestina no tendría nada que ver con su desposesión a manos sionistas si no con el fanatismo inherente a la cultura musulmana. Un conflicto sin solución, una guerra eterna, en la que ninguna concesión como podría ser el desmantelamiento de las colonias o el fin de la ocupación serviría para apaciguar a los palestinos.
Esta posición tan solo beneficiaria a los interesados en el actual “status quo”, es decir, a los más fuertes y mejor armados.
…y por supuesto afirmar lo contrario sería tomar partido por los fanáticos y odiar a Israel y los EEUU, es decir la democracia. De esta manera mientras unos reescriben la historia difundiendo su verdad otros retuercen el brazo a quienes rechazan las ideas confeccionadas.
Filtro ideológicoEsto es tan viejo como la propaganda; para no responder a los argumentos opuestos se deslegitima a quien los expone. De esta manera cualquiera que les contradiga es un nazi, un antisemita, un paleo-comunista o un resentido.
Refutación de las palabras
Informaciones y opiniones son continuamente refutadas, llegando a una reescritura obsesiva de los términos, así el muro ilegal que construye Israel en Cisjordania se convierte en una valla o cerca, las colonias son asentamientos o en el caso de Jerusalén Este barrios periféricos, y los territorios ocupados son territorios en disputa. La intención es ejercer una presión sobre el periodista, obligándole a estar continuamente dando explicaciones, sugiriendo que es parcial y por tanto deshonesto.
Condicionamiento ideológico
Su objetivo es cortocircuitar el trabajo de los periodistas mediante la información de fuentes supuestamente independientes. Se presenta con la idea de que para conocer la verdad hay que recurrir a otras fuentes, fuentes como el MEMRI cuya directiva y equipo técnico está estrechamente relacionado con el ejercito israelí. Aunque se presentan como independientes.
Artículos alarmistas que presentan los aspectos más terribles del mundo musulmán, mintiendo si es necesario, alimentando la confusión entre la parta y el todo, excluyendo cualquier tipo de aproximación al conflicto que no sea esa.
Se le suele añadirla famosa coletilla: “esto es lo que los periodistas callan”. Seguro que a más de uno le suena.
…y por supuesto, hablar siempre de las desgracias israelíes, nunca de las palestinas. Estas o son inexistentes o se lo tienen merecido.
