El ministro de defensa israelí Ehud Barak advirtió del peligro que corre su país de caer en el apartheid de seguir la situación igual, seguía la línea de lo expresado ya por el ex -primer ministro israelí Ehud Olmert:
"Si llega el día en que la solución de dos Estados fracasa, y nos vemos obligados a hacer frente a una lucha por la igualdad de derechos al estilo surafricano, el día que eso ocurra el Estado de Israel estará acabado"
…y es que son ya 43 años de ocupación ininterrumpida y la situación no tiene pinta de solucionarse.
Tienen la jeta de hablar en futuro, Israel corre el peligro de caer en el apartheid como si las actuales y pasadas políticas discriminatorias que cualquiera de los gobiernos sionistas ha practicado tanto en Israel como en los territorios ocupados no se asemejaran mas a la de un régimen de apartheid que a la de una democracia respetuosa con los derechos humanos de las personas.
Resulta que las leyes que restringen la libertad de movimiento y confina a los palestinos en determinadas aéreas dependiendo del color de su tarjeta de residencia, la política discriminatoria del Fondo Nacional Judío, la limpieza étnica, las confiscaciones arbitrarias, las licencias y permisos imprescindibles hasta para el asunto más ridículo, o las carreteras solo para judíos por poner unos ejemplos, son más propias de un Estado democrático que de un Estado de apartheid.
"No tiene nada que ver con el apartheid de Sudáfrica, es una cuestión de seguridad y punto"…exactamente lo mismo que decían los afrikáners blancos…ellos también aseguraban estaban al borde de la aniquilación y necesitaban defenderse.
En el año 2002 el arzobispo sudafricano y premio nobel de la paz Desmond Tutu escribió en The Guardian:
"Estoy muy profundamente afligido tras mi visita a Tierra Santa, me recordó mucho a lo que nos paso al pueblo negro de Sudáfrica. He visto la humillación de los palestinos en los puestos de control y el bloqueo de carreteras que nosotros sufríamos cuando jóvenes policías blancos nos impedían movernos"
Uri Weiss nos muestra un ejemplo de cómo el Tribunal Supremo Israelí practica el apartheid.