viernes, 4 de junio de 2010

Cuatro tiros en la cabeza

Uno de los nueve muertos en el asalto israelí a la flotilla de Gaza tiene nacionalidad norteamericana. Se trata de Furkan Dogan(foto izquierda), de 19 años.Nació en EEUU y volvió de niño a Turquía con su familia. La llegada de los cadáveres a Turquía va a dar lugar a más detalles que ponen en evidencia la versión israelí: "The Cihan news agency reported that Mr. Dogan had one bullet in the chest and four bullets fired into his head from close range".

Para ser disparos hechos "en defensa propia" en momentos de gran confusión, no se puede negar que fueron hechos con mucha puntería.

El problema de la propaganda israelí siempre es el mismo. Se guardan la información durante horas. Los censores militares impiden a la prensa del país contar todo lo que se sabe en ese espacio de tiempo. La información después aparece con cuentagotas, midiéndose en función de la reacción que provoca. Se hacen públicos fragmentos de vídeo de unos segundos o minutos pero nunca la grabación entera. Las acusaciones sobre relaciones del enemigo con organizaciones terroristas se elevan a la máxima expresión (tipo Al Qaeda) y se retiran discretamente cuando no hay pruebas.

Elementos básicos de la trama desvelada se contradicen mutuamente. Se dijo que los soldados no esperaban tener un recibimiento hostil. Se vieron sorprendidos cuando fueron atacados en la cubierta del barco y por tanto tuvieron que utilizar sus armas. Al mismo tiempo, se dice que los miembros de la flotilla no eran pacifistas, sino activistas violentos, fanáticos o simplemente "terroristas". Si lo segundo es cierto, lo primero no puede serlo. Y viceversa. A nadie puede sorprender que un terrorista reaccione de forma violenta. De hecho, es lo que se espera de ellos.

Elevar la retórica hasta extremos incendiarios para que no quede ninguna duda de que los israelíes son el bando justo lleva a situaciones ridículas. El Ejército publica una nota con el titular: "Attackers of the IDF soldiers found to be Al Qaeda mercenaries". Supongo que alguien descubre que no tienen ninguna prueba o llega a la conclusión de que la imputación es casi cómica. ¿Mercenarios de Al Qaeda? Los yihadistas fanáticos no necesitan un sueldo para atacar a israelíes. Algunos incluso pagarían por ello.

El titular de la nota pasa a ser: "Attackers of the IDF Soldiers Found Without Identification Papers".

Insisten en destacar que había chalecos antibala en el barco como elemento incriminatorio. No parece que sean objetos inútiles ante un eventual abordaje por fuerzas militares. Si algunos de los fallecidos los hubieran llevado puestos, quizá habrían salvado la vida. A otros, como Furkan Dogan, no les habrían servido de mucho.

Fuente: Guerra Eterna.
 

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